lunes, 24 de agosto de 2009



Tu eres resultado de ti mismo

No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni nadie,

Porque fundamentalmente tú, has hecho tu vida.

Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar,

Corrigiéndote.

El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.

Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay

Quienes en tu mismo ambiente supieron vencer.

Las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.

Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar.

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte,

Enfréntate con el valor y acepta que de una u otra manera,

Son el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar.

No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro,

Acéptate ahora, o siempre seguirás justificándote como niño,

Ninguno es tan terrible para claudicar ( ceder )

Deja de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad,

De tu dolor, de tu fracaso.

Si tú has sido el ignorante, el irresponsable, nadie pudo hacer sido por ti.

No olvides que la causa de tu presente, es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes, de los audaces, imita a los enérgicos,

A los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.

Piensa menos en tus problemas, y más en tu trabajo, y tus problemas sin alimento morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo de ti mismo.

Comienza a ser sincero contigo mismo y reconociéndote por tu valor,

Por tu voluntad y por tu debilidad, para justificarte.

Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo,

Reconociéndote a ti mismo, más libre y fuerte, dejarás de ser títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino

Y nadie puede sustituirte en la construcción de tu propio destino.

Levántate y mira por las mañanas y respira la luz del amanecer.

Tú eres parte de la fuerza de la vida.

Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es:

El pretexto de los fracasados.

Pablo Neruda




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